Normalmente con los vestidos lo tengo bastante fácil: veo una ilustración de época, me gusta el vestido y decido hacerlo; a partir de ahí es buscar cómo se hacía y coser. En este caso no iba a ser tan fácil, ya que primero tenía que averiguar cómo vestían las exploradoras de comienzos de la época colonial y ni siquiera sabía por dónde empezar a buscar hasta que Elisabeth compartió información. Entre las pocas de las que he encontrado fotos, hay bastante variedad, pero todas van hasta cierto punto de acuerdo a la moda del momento (incluso en crinolina), excepto en un par de ilustraciones, que llevaban la falda un poco más corta, una chaqueta sobre una blusa y pantalones debajo de la falda.
Buscando más información sobre ese tipo de ropa, me encontré con las «vivandières» o «cantinieres», que acompañaban a algunos ejércitos desde la década de los ’50 del siglo XIX, y de ahí, de nuevo Elisabeth (en serio, no sé cómo lo haces XD) me habló de la moda «bloomer«, que no fue mayoritaria pero sí lo bastante importante como para que haya algunas fotografías.
Por lo que he ido viendo, ese estilo de vestir no era uniforme y había tanta variedad como mujeres lo llevaban; la única constante eran los pantalones (de hombre o tipo bombacho) debajo de una falda que llegaba aproximadamente por media pantorrilla. Otro detalle diferenciador es que no se lleva corsé ni enaguas. Una moda atípica, pero siempre me han gustado las cosas raras 😉
Y éste es el diseño que he elegido: un corpiño blanco, con pantalones, falda y bolero a juego, en verde con adornos de cinta negra.
El corpiño lo haré de batista, con cuello y puños con un bordado sencillo. El resto aún estoy decidiendo si usaré seda sintética, paño de lana o algodón. Probablemente lo que me salga más barato, porque sólo para el bolero se necesitan aproximadamente dos metros, otros cinco o seis para la falda y con suerte las sobreces para el pantalón, que puede hacerse la parte que queda tapada con otra tela más barata.