Como en breve voy a ponerme a cortar (¡por fin!) la saya en la tela buena, decidí hacer una prueba en un pedacito para ver si realmente se estropeaba en la lavadora, como me dijeron en la tienda.
Prueba: lavado en lavadora, con detergente y suavizante, a 30 grados de temperatura. Planchado con la temperatura máxima que admite mi plancha.
Resultado: salió perfecto de la lavadora, pero encogió 1 milimetro al plancharlo.
Ahora toca meter toda la tela a lavar y plancharla antes de cortar, y ya no tendré problema para meterla en la lavadora si se me mancha. Ya me estaba temiendo tener que llevarlo a la tintorería.