Creo que voy a tener que darme unos cuantos cabezazos contra la pared, porque acabo de darme cuenta de que no llegué a enseñar el corsé de 1878 terminado… y eso que puse cuánto costó hacerlo.
He de decir que desde que lo terminé he engordado algo y para cerrarlo igual que antes tengo que apretarlo más, lo que hace que se noten más arrugas de tensión y que la chicha se me desborde por la espalda.