¡Bienvenidos a los tiempos interesantes!
La última vez que me pasé por aquí fue en diciembre y desde el 1 de enero de este año las cosas se me han ido descontrolando. En redes sociales habréis visto que no he parado de coser, pero lo de hacer entradas con los avances ya es otro cantar. Por suerte parece que voy teniendo más ganas de poner todo en blanco sobre negro y a partir de ahora la idea es ir haciendo entradas con las cosas que he ido acabando.
La primera llega hoy, con el spencer azul que os enseñé el año pasado.
En junio de 2019 tuve un evento de época regencia y, como soy de León y aquí no se puede salir de casa sin la chaquetica, decidí hacerme el equivalente.
He de decir que al final no la estrené, porque tuvimos dos días de calor mortal, que se multiplica por mucho en el centro de Madrid.
Para este proyecto usé el patrón Sense and Sensibility, con lo que investigación y patronaje = 0
También aproveché para hacer uso de materiales que ya tenía en casa: tela azul de dudosa procedencia para el exterior, sobreces de la tela que usé para la camisa para el forro y unos botones que me había regalado hace años una amiga. Vamos, que me lucí con la historicidad en materiales y confección, pero el aspecto final fue bueno.
No tengo muchas fotos del proceso porque fui por la vía rápida y, aparte de alargar las mangas (en serio, no hay patrón, histórico o moderno, en el que las mangas me lleguen a la muñeca 😒) e intentar ajustar las pinzas del pecho, no retoqué nada.
¿Estoy contenta? Más o menos. Como lo hice aprisa y corriendo tiene muchos fallos: algunas pinzas hacen lo que en mi casa se llama «culo de pollo», el cuello no me asienta bien porque no corregí la zona de los hombros (los tengo ligeramente echados hacia adelante) y la entretela que usé para las solapas es demasiado blanda y quedan con poco cuerpo. Para la siguiente (porque puedo asegurar que haré otra algún día) espero dedicarle el tiempo necesario y además decorarla.
Y con esto y un bizcocho, hasta la próxima entrada 😉